jueves, 16 de marzo de 2017

vocación de picis

Tengo vocación de picis, de ir mirando por la ventana y perderme en mundos alternos o alterados. En uno de esos, no voy a descansar a mi cama, sino a la tuya. No como en el de hace dos semanas, donde tú llegabas a mi casa porque ahí vivías. O en el de hace tres días donde llegabas a mi trabajo a decir que me extrañabas. En el de ahorita, que no tiene que ver con el de hace tres minutos, vamos abrazados en el transporte; sigue siendo premañana, pero vamos con mochilas, venimos llegando de un viaje, cansados y sonrientes, casi como ahorita, que me gana el cansancio, y se me escapa la sonrisa entre tanta fantasía, pero no solo.

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