sábado, 31 de enero de 2015

Como si amar fuera importante; como si dejar de amar, voluntario

Me caga la palabra amar
como si amar fuera importante
como si dejar de amar
voluntario

falacias
para llamar
un conjunto de ritos funerarios
extremaunción

Salve, César
los que vamos a morir
y te saludan

pedazos de intestino
y pecho
en arenas del tiempo
esparcidas por los meses
y a veces por los años

Ave, Caesar
murituri te salutant

el culo lo sigo arrastrando
y los wevos
y los labios

Ave, Caesar
los que vamos a morir
te saludan

y ahí está el coliseo
la gloria de la fama
lo efímero
en intento de lo eterno

Salve, César
murituri te salutant

el tullido
el amputado
la piltrafa de humano
que era humano

(por esta santa unción)
se vuela
(y por su bondadosa misericordia)
se quema
(te ayude el Señor)
se mutila lo propio
(con la gracia del Espíritu Santo)
se machaca lo ajeno
(Para que)
se vuela
(libre de tus pecados)
se quema
(te conceda la salvación)
en eterno rescoldo
(y te confronte en tu enfermedad)
por los siglos de los siglos
(Amén)

Ave, Caesar
murituri te salutant
Y ahora sumido
en vestigios de soledad
y cenizas
de polvo y amnesia
evocaciones
con intención de invocar
una sonrisa tangible
una caricia certera
y no las caricias
que el alcohol
te deja sentir
ella se fue hace tiempo
y a pesar de todo ese tiempo
de innegable ausencia
él no le ha dejado
de hacer el amor

El loco ha perdido a su dios
lo han matado todos los hombres
y, la tierra, descarriada
adónde ira
sin Sur o sin Norte

caminando con una linterna
a pleno día encendida

El poeta ha perdido su Luna

se ha vaciado el mar
se ha borrado completamente el horizonte
la tierra ha perdido su sol
y no hay más lugar dónde caer
que a todos lados

El poeta ha perdido su dios
el loco ha perdido su Luna
y no hay iglesias donde yacer
que no sean monumentos funerarios
de polvo
ceniza y amnesia
y de cantos
(¡Dios ha muerto, viva Dios!)
en coro
para una Luna
que no ha dejado de amar


lunes, 19 de enero de 2015

El loco

¿Dormir mirando una fotografía hará posible el soñar con esos muertos? ¿En esas tierras congeladas a veces más eternas que la memoria? Y si uno construye una fantasía, ¿podrá, acaso, construir un recuerdo? un recuerdo de lo que aún no ha pasado, que se olvide, y sólo aparezca para decir: no sé cómo pero esto ya lo había vivido.
El loco fuma un cigarro, mira la fotografía, y construye un recuerdo que todavía no ha vivido.

lunes, 12 de enero de 2015

Evocaciones

Quisiera, en un estado de sobriedad, evocar. No los lugares de antaño, no los lugares de un porvenir incierto. Un lugar suavecito, una cama chiquita, perdida en el tiempo. Una habitación oscura, cálida, con tu aroma y el mío, y el del suavizante de telas. Quisiera evocar un lugar de un ruido quedito. Donde la calle apenas susurre, donde se respete nuestro espacio. Un lugar donde retumben las risas, en un eco apagado, por cobijas. Un lugar acogedor, pachoncito, suave al tacto, a la piel desnuda y erizada. Un lugar donde quepamos, y si está muy chiquito, puedes caber en mi brazos. Un lugar donde se apaguen los besos en un chasquido y otro, y otro más, y así, que vayan desde tu frente, y recorran tu sien, y la parte de atrás de tu oreja, y el cuello y la nuca. Donde te apuchurre un poco más en cada beso tronado, y te respire la piel, y te respire en la piel, y te acaricie el aliento. Y entonces estés al alcance de la lengua, o de los labios:de nombrarte, de un beso. No sé necesita mucho: una habitación chiquita, oscura, perdida en el tiempo, con una cama. Y un baño, es inevitable salir al baño; y un poco de agua; un poco de luz y de aire, aunque duelan los ojos y se cuele un poco el frío. Sí, seguro sientes eso: el suave susurro, la caricia, y el silencio, la sutileza de unos labios, la serenidad, el chasquido, el sueño, la sonrisa. Sí, seguro sientes eso, el susurro, la caricia, el silencio. Sí, el susurro, la caricia. Shí, shí, shh... el silencio.

Círculo vicioso

Es un círculo vicioso
difícilmente alguien se enamora de tu tristeza
pero no me interesa que se me quite lo triste
ni que alguien se enamore de mí
lo mío es meramente egoísta
ego, ego y más ego:
que alguien me dé un beso
que me abrace
no por el hecho de sentirme querida
sino por la vanidad de saber que alguien me quiere querer.

Lilith

divagaciones

Vaya, es tan extraño. ¿Cómo una personita, durante tan poco tiempo, puede marcarte tanto? Tengo veintisiete años. he vivido más de diez mil días, y alguien que estuvo sólo día y medio, hace más de un mes me ha dejado pensando en ella constantemente.

Quizá no sea nada grave; nada de verdadera importancia, y sólo se trate de un suceso que tiene una raíz más profunda; un algo que te hace recordar inconscientemente otro algo. Quizá no; quizá sólo sea alguien que te hace recordar la posibilidad de un tiempo de felicidad pura. Quizá no sea siquiera algo que tenga en la cabeza, algo que esté vedado a mis propias y nocivas rutinas de autoconocimiento, autoanálisis... Pero es que, dioses, fue alguien que sólo estuvo día y medio, unas cuantas horas, unos cuantos besos, unos cuantos orgasmos, unas cuantas tomadas de la mano, unos cuantos abrazos, unos cuantos... En mi nueva novela pongo: Uno puede fácilmente olvidar lo que es estar solo; también recordarlo es igual de sencillo... tanto tiempo de soledad que ya no la notaba, y bastó con unos segundos de mirar un viejo mensaje, de una vieja foto para que puff, uno recordara (se diera cuenta) que se está solo.

¿Qué es estar solo? Dicen por ahí: cuando se mire al espejo y no vea a nadie reflejado, entonces asústese porque eso es estar realmente solo... Entonces apago la luz, para no ir al espejo y encontrarme con alguien reflejado ahí, o quizá no encontrarlo. O, peor aún, encontrar un desconocido nunca visto.

Necesito descansar

Estoy cansado de sostenerme a mí mismo
de sólo tener brújula y niebla
y amistad
Estoy cansado
y quizá sólo sea sueño
y quizá sólo sea hambre
o sobriedad
(autoimpuesta
sin darme cuenta
autoaceptada)
y quizá sólo sea vida
o la forma en que poco a poco
la muerte se encamina

estoy cansado de las noches
ya casi tanto como de los días
de la misma cama
del mismo cuarto
del mismo vacío
y quizá no sea nada más grave
que cansancio
simple y llano cansancio
en dolor en la espalda
el dolor en los brazos
la fatiga

estoy cansado de caminar
imponiendo mis pasos
siguiendo mis pasos
acompañando mis pasos

me veo desde fuera
y tengo el cuerpo cansado
y se me está cansando el alma
igual que la mirada
y quizá un día
(un día pronto)
ya no abra los ojos
por cansancio del cuerpo
o por cansancio del alma
cansada de sostenerme a mí mismo

miércoles, 7 de enero de 2015

¿Se puede soñar por dos personas, en dos lugares diferentes y al mismo tiempo el mismo sueño?




¿Se puede soñar por dos personas distintas, y al mismo tiempo, el mismo sueño?
No es como el célebre y comentado caso entre los cazadores de sueños, donde una mujer soñaba los sueños de un hombre del pasado, y donde ese hombre del pasado soñaba los sueños de aquella mujer del futuro; donde se enamoraron uno del otro, y únicamente fueron capaces de realizar su amor mediante el mundo onírico, siempre y cuando estuvieran viviendo en el mismo lugar. Con ese caso los cazadores se dieron cuenta que los sueños eran un algo fuera del tiempo, pero inmerso en un espacio determinado. Como un mensaje codificado en una frecuencia que solamente esos soñadores eran capaces de registrar.
Con forme fueron avanzando las pruebas, los cazadores de sueños empezaron a darse cuenta que lugares determinados, o bajo circunstancias determinadas, hacían que los soñadores fueran capaces de ser inducidos en mundos similares... una nueva manifestación de lo que se conoce como sugestión; por lo tanto: basura. Sin embargo una hipótesis no se rechaza tan fácilmente, sólo se cambian algunas variables y se vuelve a probar. Fue entonces cuando decidieron no usar la inducción: metieron por razones diferentes y sin revelar información alguna, diferentes sujetos a los que dejaron dormir y a los que les preguntaron sus sueños una vez despiertos. El resultado arrojó respuestas suficientes para mantener la duda, pero no las necesarias para esclarecerlas. Quizá se trataba de un inconsciente colectivo jugando a la deriva. Pero nada que pudiera justificar nada en absoluto.

Con el tiempo escogieron un hostal. Un lugar que cambiara de residentes constantemente, y que mezclara tantas energías y pensamientos diversos que resultara difícil mencionar una especie de sugestión. Después interrogaban a los durmientes y veían que sus sueños estaban relacionados a las vivencias del día que habían detonado la ensoñación a la que se hacía referencia.

Las pruebas siguieron hasta avanzar al punto en que un soñante era capaz de soñar el suño inducido por alguien más, sin siquiera hacer mención expresa del sueño. Bastaba con mirarlo y proyectar el sueño, para que el soñante tuviera aquella visión onírica deseada. Se empezó a pensar en la telepatía, y se justificaba con que era más fácil mandar el mensaje telepático durante estados donde las ondas theta y delta están más presentes y hacen más susceptible a la mente. Sin embargo no dejaban de ser sueños inducidos por alguien más: una variante más de la telepatía.


La mayoría de aquellos cazadores de sueños desertaron de aquellas prácticas no lucrativas después de un tiempo de no conseguir nada. Después de otro tanto, lo hizo el resto. Al menos casi todos, excepto uno. Aquel fundador de la sociedad caza-sueños quedó solo y a la deriva con sus preguntas. Pero no desistió. Creóo un grupo en internet donde pedía a los seguidores de dicho grupo que dijeran el sueño, lugar de donde escribían, el día y, en medida de lo posible, la hora a la que habían soñado. Durante agotadores días siguió las publicaciones de los muchos que dejaban escritas sus ensoñaciones.


Ningún resultado a favor. Cabos sueltos. Sueños ajenos.


No sabía que en algún lugar, en algún tiempo lejano. Un sueño lo esperaba. Un sueño que no podía ser soñado aún porque así funcionan los sueños. Se encuentran flotando en lo que todos llaman vacío. Y aquel sueño no se hacía prensente no porque él no estuviera listo para él, sino porque la chica del sueño aún no estaba lista para aquel sueño.


Pero el tiempo es sabio, y si no sabio al menos paciente, pues él mismo es tiempo y se tiene enteramente a sí mismo, y así un día él ya había abandonado las curiosidades de los sueños, se había dedicado a ser gente de provecho con un trabajo serio y sincero, y ella había pasado por las vicisitudes necesarias de todo ser humano: había amado y había perdido, había sido herida y encontrado a la muerte de frente en los ojos familiares de un familiar. Había soñado despierta y había perdido la esperanza en los mismos sueños, y había vuelto a soñar. Había llegado al lugar, a la calle, a la hora y el día donde aquel sueño esperaba su aparición para colarse entre su falda verde y su blusa negra (sin la cual el sueño no la había reconocido las veces que había pasado anteriormente), y la había abrazado silencioso, esperando el momento en que ella cerrara los ojos y se dejara soñar.


Unos segundos eran todo lo que aquel sueño necesitaba para sí. Unos segundos, una tarde de mayo, mientras ambos tomaban una siesta, mientras en ambos, aquella siesta era algo poco común pues no dormían siestas. Y entonces ambos caminaban en direcciones opuestas, mirando la calle, y los carros, y el toldo rosa de una tienda de regalos. Y entonces ambos estaban por cruzar el camino y ambos encajaban a la perfección sonrisa con sonrisa y después mirada con mirada. Y tan fuerte había sido la mirada que a los dos no les quedó más remedio que despertarse al mismo tiempo.


Cada uno caminó más tarde por esa calle, y miraron el toldo rosa de la tienda de regalos; y al día siguiente pasó cada uno al mismo tiempo por aquella calle, y por aquel toldo rosa; y uno miraba el toldo y el otro el piso. Y durante un momento ella lo vio, y se preguntó a sí misma si alguien puede soñar al mismo tiempo y en diferente lugar el mismo sueño. Él no la miró en ningún momento, miraba al sueño y se preguntaba al mismo tiempo que ella ¿Se puede soñar por dos personas, en dos lugares y al mismo tiempo el mismo sueño?


Él miró la hora y se dio cuenta que se le hacía tarde para ser una persona de bien