lunes, 27 de octubre de 2014

Lucía

Tanto tiempo invocando una Lucía, y cuando aparece lo primero que le reconocí fue el nombre. Tanto tiempo escribí de su nombre en novelas, cuentos y obras de teatro. Siento como si yo la hubiera invocado. Como si poco a poco la hubiera llamado. Pero el problema no es que apareciera, el problema es que no he sabido hacer nada. Y cuando me enseña su panza para decirme que ha engordado, y cuando le agarro la mano por cualquier cosa que no sea el hecho de agarrarle la mano. Lucía... con ese "Lu" que he pronunciado tantas veces... con ese pequeño golpe en el paladar que hago al pronunciar su nombre. Lucía y sus cicatrices en la cara, cerca de los labios. Lucía y su voz grave. Lucía y sus ojos detrás de unos lentes grandes. Lucía y su olor a cigarro. Lucía y su lejanía... Lucía y mis ganas de estar con ella.

Dedicatoria

Hoy te dedico el hígado
no las manos y los dedos
no los labios y la lengua
no lo que sale de mi ronco pecho

Hoy tengo ganas de dedicarte el hígado
ya no más los ojos
ya no más las neuronas
ni los pasos
(o mejor dicho los pies)

Hoy te dedico el hígado
los pulmones
mi sanidad mental
las caries
los restos no consumidos
por el cáncer
(que aún no tengo)
la osteoporosis
(que aún no me da)
y las vivencias
y los recuerdos
y el alcohol...

miércoles, 22 de octubre de 2014

Condena

ya no duermo
ya no sueño
ya no me queda  otra cosa
 que la locura

 ya no hay diferencia
 entre vivir de día
 o de noche

 ya no duermo
 amor, te juro que ya no duermo
 y no me queda otra cosa
 que la demencia y la amargura

 ya no duermo, amor
 te juro que ya no duermo
 ni me queda otra condena
 que la de esta puta cordura

Egolatría

Dejé de soñar y de mirar al cielo. Dejé de pensar que las cosas podían cambiarse con el desear intensamente y sin dudas. Dejé de creer que la gente te quiere y estará a tu lado cuando en verdad los necesites. Dejé de creer en el mundo y las personas. Dejé de dudar en Dios (caí en la certeza de que nadie que sea tan hijueputa puede existir en realidad). Dejé de lado el amor eterno y la creencia de que todo puede solucionarse desde el amor. Dejé de creer que hay algo más allá. Dejé de pensar que mi tío y mi abuela y mi padre y hasta mi perro me cuidan desde el topos hyper uranos. Dejé de esperar ese abrazo. Dejé de esperar que fuera de esa persona. Dejé de pedir a las 11:11 y las estrellas fugaces. Dejé en paz todo lo de fuera, porque no quedaba más, porque no había nada; porque no había nadie.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Demonios

Mis demonios siempre regresan. Antes lo hacían con otros nombres, o disfrazados. Ahora su máscara es el cinismo, parecen políticos mexicanos. Aparecen con las mismas formas Antes lo hacían en la noche, hoy lo han hecho todo el día. Antes aparecían en sueños, ahora no dejo de soñarlos despierto. Antes eran una condición de tu compañía, ahora son mis acompañantes.

     Hoy los demonios me tragan, me consumen, hacen un aquelarre con mi cordura, violan mi sentido común. Me llaman puta al oído y me cantan mi condición solitaria. Me han puesto un bozal para evitar mis aullidos. Hoy me han quitado la calidad de lobo, soy un perro chihuahua que tiembla entre las cobijas y se mea. No se callan, ríen y siguen riendo.

     Valió madres, estoy marcado. Soy Caín, por más que labre la tierra no volverá a darme frutos. He aprendido a comer tierra, sólo hay fertilidad en mis letras, pero hay mucha tinta, demasiada. Sólo veo negro, se acaba la claridad. Me acaban. Quien me vea y distinga en mí la marca, no dejará de señalarme. Terminará tratando de matarme pero nadie me mata porque estará peor que yo del maldito, aquel que me dañe será 7 veces más maldito que yo. Maldita la suerte del que me encuentre, bendito por mí el que lo haga.

Pequeña apología femenina

Vacuidad human sin fémina
aquella que tiee a los hombres
prendidos de los huevos
por las musas
o las moiras

El primer gran tratado , o mejor dicho (si no tomamos en cuenta la función educadora que tiene el texto) el primer gran motivo en la cultura occidental, sobre los males del hombre: la mujer.

Pandora (la primera mujer) desata los males del hombre. Helena de Esparta, después Helena de Troya, fue el motivo por el cual la helade griega se mete en conflicto bélico.

Ilión y Grecia se baten a duelo durante diez años por una mujer (y los conflictos socio políticos de la época). El padre de la humanidad (Adán) se condena por una mujer. Siglos, milenios, después, aquí está este pobre mortal, muriendo por la cuestión de la fémina. Aquella figura que engloba el pretexto para hacer grandes proezas épicas, no ha dejado de existir.

Uno nace por una mujer, y muchos morimos (lentamente, quizá) por ella. Romeo y Julieta ciertamente habla del amor pasional y el conflicto entre dos familias; sigue siendo la mujer el motor para hacer pendejadas por doquier (más de cuatrocientos años que fue escrita la tragedia: sigue vigente). Así Dante es salvado por el amor de Beatriz, y Don Juan por el de Doña Isabel. Así también Jesucristo ronda entre la puta y la madre; y, así, de igual manera, en una versión no canónica, Caín mata a Abel (ya sea por Lilith, ya sea por su gemela). Asimismo Afrodita es hembra, y madre de Eros, así también Discordia usa el carácter voluble de la mujer para desencadenar la Guerra de Troya (el día del bodorrio entre Tetis y Peleo: padres del gran Aquiles), de vuelta a los griegos, de donde surge la historia de Eros y Psique, y donde siempre se ha dicho que el problema que radica entre el amor y la razón y, a final de cuentas, tiende a ser la razón la que nos jode para las cuestiones amorosas.

Aun Milton, el segundo gran poeta también canta a las musas; y las moiras que cortaban el hilo de cada hombre eran mujeres.

Es bien sabido por algunos curiosos (y otros más académicos) que los cultos primigenios tienen como figura a la madre, y aun entre los griegos es Nyx la que se considera madre de todas las cosas. No creo que sea fortuito que la negra Ker, esa muerte que venía por violencia, sea femenina. La fémina siempre es la condena del hombre. Es ella, diábolo y símbolo, y para muchos, Alpha y Omega. Por ello, no habría razón para no creer que Dios quizá sea mujer, igual que el destino, y que por esa volubilidad que las caracteriza, es que nuestro destino sea una mierda. Y por eso, ese mismo que escribe, este mismo que está escribiendo, se hunde y se revuelca en esa mierda.

Fin del comunicado. Me iré a hacer buches de caca, porque soy occidental y estoy jodido por una vieja.

martes, 7 de octubre de 2014

Lobo estepario

A Carmen, que me bautizó como su lobo estepario.


¿Adónde queda
el perro que espera
aullando a una Luna
que no vuelve más?

¿De dónde aparece
el dolor en las tripas
y el humo en las noches
de una noche
que dejó de llegar?

¿Por dónde se marcha
el deseo
      el ánimo
             el decoro
de aquel sueño
que dejé de soñar?

Donde habitan las letras
donde vive el reproche
el lugar de los silencios
y las sombras
y la vida
Yo soy un lobo solitario
que no dejará de aullar.