miércoles, 26 de diciembre de 2012

Recuento de daños

Bueno siento tener este blog un poquito abandonado. Las cosas han estado raras, ha pasado mucho. Hace algunos meses murió mi tío, poco después de una semana mi novia me deja... pasa el tiempo, te aburres de sentirte mierda y decides platicar con tus amigos, salir a conocer gente y después qué pasa... te encuentras alguien con quien estar.

Genial, ¿no?

En realidad no mucho. La persona que encuentras tiene novio... sin estar convencido de lo que haces te metes en esa relación. Te la juegas, sabes las consecuencias posibles y apuestas por las consecuencias lindas, pero como era obvio, nadie sale de una relación de más de dos años, de la noche a la mañana. Qué pasa, ves a tu nueva chica pensativa a cada rato... tú sabes lo que pasa por su cabeza, es obvio, no necesitas ser psíquico: se acuerda.

Entonces empiezas a darte cuenta de que quizá deberías de haberte hecho caso al principio y decir: muy bien, tenías que haberte retirado en cuanto supiste que tenía a alguien, tú mejor que nadie sabe que no se olvida a alguien con quien conviviste durante tanto tiempo, aún cuando la relación no era del todo agradable... pero no puedes reclamarte, cómo podrías, tú sabías las consecuencias de esa acción...

Entonces, ¿qué pasa? Te das cuenta de que analizando tu vida, últimamente las temporadas decembrinas adquieren una significación un tanto infeliz, recuerdos de aniversarios en esas fechas, regalar rupturas, y ahora un nuevo "tiempo para aclarar las cosas"...

Así ha sido esta última mitad de año, una muestra de que la vida puede pegarte realmente duro cuando quiere.

Mi tío era una persona muy querida para mí, aún cuando lo veía poco ya. Sin embargo se volvió como mi hermano mayor. Eso fue un tanto fácil de superar: la gente cuando se muere se va, y ya; no queda nada por hacer, por más que quieras no lo puedes evitar.

Cuando se fue mi ex fue lo peor, era una partida pero a diferencia de la muerte, aquí la persona estaba pero sin estar. Tengo amigos que dicen que es horrible ver cómo una relación se va muriendo poco a poco. Sin embargo creo que cuando todavía sientes algo bastante grande y que todo se caiga de repente es un golpe muy fuerte...

Pero bueno, y luego viene lo otro, donde uno dice: "vas vida, aquí está el corazón, a mí no me gusta darme en pedazos y por partes, así que me doy completo, si me vas a pegar pues ya ni modo"... y zaz, ahora estoy sacado de pedo... qué haré (de hecho no puedo hacer nada), ¿qué pasará? Realmente la incertidumbre es el peor de todas las sensaciones que puedo sentir... bueno, después de un dolor de muela, qué también fue una de las cosas que me pasó durante esta segunda mitad del año... Insisto, la vida cuando te quiere pegar, realmente puede hacerlo muy bien... pero bueno, no queda más que reírse, y decir: "jódete vida, a mí no me tumbas tan fácil"

domingo, 7 de octubre de 2012

Déjame acariciarte solo otro poquito



Déjame acariciarte una vez más; acariciarte con los ojos, y con los labios, acariciarte con mi voz, acariciarte con susurros; déjame pasar mis manos porque tu piel es ungüento  y tu saliva sedante. Porque en tu cuerpo me vuelvo chiquito, y me pierdo; aveces te encuentro, cuando tus ojos miran mis ojos, y pruebo tu boca sincera; me doy cuenta de que te pertenezco, que mi lecho son tus piernas, y tu panza, y tu pecho.

     Déjame acariciarte una vez más, marcarte incandescente en la memoria, tatuarme tu aroma, déjame recorrer tu piel desnuda, transcribirla en mi cabeza, moldearme la manos en tu figura; déjame acariciar tu nuca, tus mejillas, rozar mis dedos. Aprehenderme tus sabores, prenderme de tus pies.

     Déjame acariciar tu cuerpo, volverme chiquito, pequeño, diminuto, saltar entre tus pestañas, acurrucarme en tu sonrisa, embriagarme en tu boca, pasar desapercibido,  susurrarte al oído como ángel y diablito, decirte que me amas, decirte que no es cierto. Convencerte que me amas, entrar por tus orejas, alojarme en una idea, volverme un pensamiento, convertirme en sentimiento y apretarte el corazón, hicharlo de cariño, escribirte en sus paredes y con tu propia tinta, planas de "te amo, te amo, te amo", contagiarte de pasiones, revivir esos recuerdos.

     Déjame acariciarte otro momento, erizar tu piel, sacarte tus cosquillas. Déjame mirarte a los ojos, y verme reflejado con sincero sentimiento ¡Espérame! no me tires, aún no acabo, me falta acariciarte; no me cortes de tus uñas, no me quites de tus vellos; deja que me esconda en los pliegues de tus pies, haz como que me he ido, pero déjame tocarte, escalar hasta tu cima... Afortunadamente no tallas bien tus codos, déjame subir, llegar nuevamente a tu rostro, volverme más pequeño, microscópico, para que me inhales en un suspiro, y me exhales en "Te amo". Y si todo falla, déjame acariciarte solo otro poquito.


Para mi Hada Azul

sábado, 6 de octubre de 2012

Variaciones del desamor



Ayer abrí mi pecho y te dejé ver mi corazón
¿¡qué más daño podrías hacerle!?
Se me escapó una que otra lágrima
y enteras confesiones
Supongo que así es esto
Vas muriendo poco a poco
Te desgastas, te vacías, y cuando no hay nada más
Terminas de quebrarte.
Sin embargo me pasa algo raro
Una especie de propensión al masoquismo
me vacío, y luego me llenas de recuerdos
¿O es que acaso quieres que me quiebre muchas veces?
Ayer te intenté escribir, y se me escaparon muchas letras
pero no tenían sentido, formaban palabras y estas, oraciones
pero no tenían sentido.
Me di cuenta de que no había ninguna razón ya
y de que quizá no había realmente nada
Solo tinta que exprimo de mis dedos
pero no hay nada, solo trazos sin sentido
mas no quiero entregarme a eso
y me agarro con uñas y dientes a recuerdos
porque realmente fueron buenos, y fueron muchos
recorrimos caminos, sorteamos distancias
jugamos como niños, reímos, lloramos y de seguro nos amamos
Me queda una casa vacía
una cajetilla de cigarros,
y libros, muchos libros;
tus fotos nos las quiero
y tu ropa menos; aún hay en ellas tus rastros
Pero qué lugar que no he pasado contigo
tantas calles, tantos lugares
hasta los dulces me recuerdan a ti
y los juegos tienen tu nombre.
Mi sueño también tiene tu nombre
se fue con tus ronquidos
Las cenas, saben a tu risa
 y en el cielo de la noche te veo menguando
sin esperanza de que crescas.
Miro mi correo a la espera del mensaje que no llega
y el teléfono solo timbra tu silencio.
Mi cabeza entonces se pone censata,
me dice "qué´mal escribo"
pero lo peor es cuando habla
diciendo que escribirte no cambia nada

viernes, 5 de octubre de 2012

En serio, yo te extraño



En serio te extraño, no es solo de dientes para afuera, también es de dientes para adentro, te extraño en la panza y en el pecho. Te extraño en mi piel, en mis labios, en mis ojos, te extraño en mi nariz y en mis oídos. Sí, lo sé, quieres tiempo, necesitas tiempo.Pero es que en verdad, yo te extraño tanto. Te extraño por las noches, aunque estuvieras en otro cuarto y en otra cama, extraño escuchar tus ronquidos, porque tus ronquidos significaban presencia, ahora solo hay música, pero está vacía, porque el lugar lo llenabas tú. No quiero mandarte ningún mensaje, ni alterar tus pensamientos; pero no puedo evitar escribir en la nada esperando, esperanzado, que quizá encuentres estas letras, y te acuerdes de que te extraño, y que te acuerdes que te amo, y quizá con ese recuerdo, también recuerdes que me amas; quizá es mucha esperanza, quizá espero mucho. Y me caga, porque siempre he odiado a la esperanza, que suena a espera, pero no puedo quedarme esperando, y por eso te escribo, pienso que por azares te des una vuelta por mis letras, y te columpies un rato en alguna U que te llame la atención, y después te llame la atención otra letra, y así, hasta que sean las palabras, y después las oraciones, que te des cuenta como gritan tu nombre y tu ausencia, y entonces te acuerdes que te extraño, para que así quizá recuerdes que me extrañas...

jueves, 4 de octubre de 2012

Carta de despedida

Yo sí te voy a extrañar mucho, mucho, mucho, muchísimo. Sé que nada será lo mismo sin ti. ¿Recuerdas tantas cosas que ahora solo serán recuerdos? El juego de los mostos, las voces chillonas, las micro cachetadas, las peleas de almohadas, ¿recuerdas los salibazos?, las prendas volando de una cama a otra intentando darnos en la cara, ¿recuerdas el 1,2,3 me debes un chocolate?, la fascinación por los dulces como si fuéramos niños chiquitos, las películas, los desvelos viendo series, ánimes ¿Recuerdas lo problemático de encontrar dónde cenar los domingos, o el "tú no cagas rosas"?, los granitos, los masajes, el café, las cenas. Yo recuerdo, el "do-do-do", y el "tdi-tdi-tdi", también el "didita-didi" diditeando la canción de Feel de Robbie Williams. Neta yo voy a extrañar tantas cosas, porque dentro de todo nos la pasábamos poca madre. Jugábamos, reíamos, disfrutábamos de la vida, nos íbamos de viaje. Nos preocupábamos uno por el otro cuando estábamos enfermos, y jugábamos "safo" para ver quién apagaba la luz. Nos enojábamos mucho también, pero eso ¿realmente importa?, en realidad salvo el porqué esto terminó, no me acuerdo de esas cosas que nos hacían enojarnos. Lamento no haber tenido palabras para confirmarte que mis oídos siempre te estaban escuchando (porque en serio, te escuchaba)..., y lamento que tantas veces llegaras tarde a tus trabajos porque te abrazaba en la cama para estar más tiempo contigo, pero a mi favor tengo el que te levanté más veces de las que te hice quedarte; lamento también no haberte podido dar más, porque no tenía,  pero si hubieras necesitado una donación de apéndice, yo te hubiera dado el mío; siento haberme preocupado tanto por ti, y porque fueras libre que parecía que no me importabas. Pero me importabas, realmente me importabas, tanto como para preferirte gordita que mal pasada. Neta yo sí te voy a extrañar tanto, como no te imaginas, tú estarás distraída con tus cosas, apenas notarás mi ausencia, yo la he notado desde hace muchos días. También lamento que no haya podido hacer mis problemas a un lado las últimas semanas, pero en serio, fue muy fuerte la defunción de mi tío, lamento haberte enseñado solo ortografía porque no supe correctamente la gramática. En serio, lamento no haberte dado nada más, pero la verdad es que no tenía... o quizá sí, pero nunca supe que lo necesitaras.

Ahora sé que te irás, entre aplausos y nuevos amigos, entre proyectos y un enorme crecimiento, y me irás dejando atrás. Muy bien, pero al menos sé que hice lo que pude, y quizá más, o quizá menos, pero lo hice... me puedo dejar, sin reprocharme, ver como te vas pues lo hice. Y ahora, solo ahora, después de tantas cosas, puedo decir ciertamente que te amé.Segura y ciertamente: Te amé.

Pd. Te llevas contigo, a Mar, al mosto y a Gogo-Goguito,
Yyo tanto que te amé, tanto tanto tanto, y tú nunca me creíste, lo dudabas, pero te lo demostraba, lo hacía, eras incapaz de darte cuenta, te lo dije, negabas que fuera cierto. Sin embargo me pediste que confiara, pues tú también decías que me amabas, que me querías, me ilusionaste, me dijiste que me amabas, y yo te creí, confié en ti, y como era obvio, fui engañado. Jajaja, lo peor es que no hay forma de solucionarlo, no existe, no hay nada, no puedes hacer lo que es necesario, si lo hicieras de igual forma terminarías odiándome, y suficiente con el odio que tengo yo hacia ti. Pero no te importó, yo cambié, cambié como no había cambiado por nadie, te era fiel, eras la única, y te contaba los que hacía para que vieras que no hacía nada, y tú me prometiste que no hacías nada, que todo eran ociosas divagaciones mías, tonterías. Pero el tonto fui yo, te creí, me fallaste, me fallaste en los momentos que más te necesitaba, me fallaste en el momento preciso donde no me tenías que fallar, y me mentiste, y me mataste, me dejaste abandonado, completamente abandonado. Dejaste en mí enojo, quizá odio, rabia, furia, tristeza. Ahora entiendo tantas negativas a que te acompañara, a que fuera contigo. No es que no te dejaran, sencillamente no me querías a tu lado, y ahora yo estoy solo, solo como sabía que lo estaba, y más solo todavía, porque me has dejado sin ti, sin tu compañía que era tan preciada. Qué tonto, qué ingenuo, te creía, tanto, tanto, y todo fue mentira, o verdades a medias... qué tonto, qué idiota, qué ironía, dejar de hacer lo que hacía para que me lo hicieras tú...

Hasta nunca amor mío.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Si alguna vez te di algo, recuerda que fueron caricias
(Que no se pueden cambiar)
recuerdan que fueron besos
(que no se puede regresa)
Recuerda que fue tiempo
(que ya se fue)
Recuerda que fueron tantas cosas
(que ahora solo puedes recordar)

domingo, 30 de septiembre de 2012


Calíope

Hace algún tiempo quizá te recordaba.
Hace algún tiempo quizá te extrañaba.
No voy a negarlo, pensé que algún día estarías ahí
algún día
Ahora he olvidado cómo hacer poesía
y casi olvido cómo escribir
Antes te buscaba en cualquier oscuro recoveco,
antes incluso te busqué bajo mi piel
había algún lugar en donde te quedaste tatuada
pero por más que busco no encuentro nada
te fuiste, te has ido
¿Algún día estuviste?
Ahora creo que a lo mucho eres un recuerdo
pero la verdad es que ya poco de ti me acuerdo
te escribí poesía
te escribí
te
...

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Hola a todos los lectores. Lamento no haber estado escribiendo nada por acá en estos días, lo que pasó fue que un querido familiar mío falleció y me tuvo completamente acaparado. En medida de lo posible trataré de retomar el contacto con las letras por este medio. Les recuerdo de todas maneras que los textos de carácter lterario estarán siendo publicados en otras páginas que ya he especificado. En este lugar solo pondré mis ideas, y post que considere pertinentes; pero reitero la invitación a que me sigan leyendo por cualquiera de los otros medios que he encontrado por la red. Por cierto, sigo recomendado que lean "Entre cenizas" que en este momento se ha hecho acreedor a una mención honorífica.

También sigo esperando que dejen sus comentarios para saber más qué les parecen las cosas que he escrito, tanto si les gustan como si no, para seguir tomando en cuenta algunos detalles que considere van más allá del gusto (en el cual no me puedo meter).

Un saludo y gracias por seguirme leyendo.

MJ

martes, 21 de agosto de 2012

Caigamos


Me pregunto cuánta sangre tiene que salirme para que me dé cuenta de las cosas. Cuántos golpes más me tengo que dar antes de irme, Cuántos suspiros, y frustraciones y noches sin dormir, cuántas horas, cuántos días y dolores de panza para escuchar dentro de mí y decir: es suficiente. 
                ¿Por qué sigues cuando las cosas tienden a repetirse en un ciclo eterno? Es raro pero nunca puedes encontrar tan fácilmente la medida para el dolor anímico. No entiendo por qué cuando uno quiere tocar fondo nos volvemos como un hoyo negro y devoramos incluso la luz que tenemos cerca.
                Pero el problema no es hoy, ni yo ni nadie, es esa necedad humana de seguir al lado del vacío, quizá el vacío es muy seductor, y queremos caer, porque bien lo dijo Kundera, “Aquel que se cae está diciendo ‘levántame’”. Pero lo que nunca dijo fue lo que pasa al que levanta, y levanta, y levanta… y levanta ¿Algún día deja uno de caer, o algún día deja uno de levantar? ¡Cómo fascina ese vértigo y esas ansias de seguir en el suelo!
                Porque todos caemos, y todos seguiremos cayendo -quizá es que estamos solos-, cada quien cae tanto que quizá no es capaz de levantar a su compañero; se ve a sí mismo en el piso, derrotado y vencido ¿Pero caer significa tocar el fondo? ¿Cómo sabemos cuando hemos caído por completo y suficientemente abajo? Parece ser que el homo-mensura platónico–gorgiano aquí tampoco está bien definido. Pero uno se mira tan agotado y tan abatido… hay que tomar ánimos, mirar al compañero y si según cada uno lo cree, levantarse o jalar el gatillo.
                Porque curiosamente muchas veces pasan estas cosas cuando estamos junto alguien, el vértigo no se antoja tanto en solitario, el vértigo se vuelve entonces en motivo, para no abandonarse. Solo en compañía del otro queremos tocar fondo, porque hay apapacho, hay protección, solo en compañía del otro somos desvalidos.
                ¿Hasta cuando dejar de caerse, o cuándo caer cada vez más?

miércoles, 15 de agosto de 2012

...

Muy bien, hoy estoy más tranquilo quizá sea más fácil sacar algo en esta ocasión. En realidad sigo con la misma problemática del día de ayer: no sé qué escribir. Supongo que ya no es uno de esos bloqueos literarios que me daban durante meses; al parecer el blog ha funcionado en mayor o menor medida. Ahora en realidad estoy por probar la opción de algunos escritores y darme a la tarea de escribir durante las mañanas. El problema con esa idea es despertarme temprano. Pero asumámoslo, yo he sido enemigo jurado de las mañanas desde la secundaria si no es que durante toda mi vida. En realidad lo más que pasa es que termino desvelado, y muriendo de sueño al día siguiente; ahora el problema aumenta con eso. La razón, sencillamente que no respondo ante nadie, entonces fácilmente puedo decir, no voy a la escuela o no trabajo, y ya me quedo a dormir y descanso. Por eso iré haciendo esto paso a paso, poco a poco; sé que no podré dormirme más temprano nunca, y menos aún de golpe, así que he tratado de recorrer la hora de abrazar la almohada. Pero también hay un problema con esto: no puedo, siempre sale algo, un texto pendiente, ayuda para alguien, un libro por leer, videojuegos, o hasta el simple insomnio...

Bueno aunque sea, salió una mini entrada que no esperaba. ¿Creen que sea más fácil si me quedo despierto esperando la mañana?

Para variar un poco.

Muy bien, es el intento treinta y dos de entrada de este día, llevo treinta y un borradores previos a este y sigo sin saber qué escribir. Ya he pasado por la política, por la crítica social, por la problemática personal y su resolución, por los falsos gurús literarios, por las confesiones, etc, y sigo sin darle al clavo.

      Al principio pensé en contar un poco de mí, pero no creo que a nadie realmente le interese saber sobre un desconocido cuentista. Entonces viene un problema enorme, pero con mayúsculas (ENORME), que es lo que tengo en la cabeza, porque pienso y pienso más y me doy cuenta de que en primer lugar pienso por ustedes, en segundo lugar asumo de qué voy a hablar y sé que sonaré aburrido, así que regreso al primer pensamiento y me doy cuenta de que pienso por ustedes. Entonces pienso en quedarme callado, pero no puedo, ¿alguien sabe como callar su cabeza?, y entonces discuto; pero la verdad es que discutir conmigo me da weva, siempre gana la parte que quiere discutir, sabe las respuestas de la otra parte. Después cuando hay un poco de silencio mental, me doy cuenta de que estoy loco, o al menos algo bastante parecido.

      Quizá lo mejor sea poner un poco de orden. Así que analizo, y pienso que muchos blogs no dan pauta a sus lectores a participar más allá de la pasividad. Escriben lo que les viene en gana y lo dejan ahí posteado, como desecho literario a ver quién lo encuentra y se le hace bonito, interesante o al menos agradable.

     Pienso nuevamente, algunos blogeros son pretenciosos y solo escriben para ellos. Claro juegan con las palabras bonitas y la combinación de la estructura de las oraciones. Algunos juegan a la seriedad, y otros al chacoteo, muchos en realidad juegan a esa falta de importancia. Una de las ventajas de la red.

     Al final pasa algo raro en mi cabeza es como el momento post orgasmo, cuando quedas inerte y todo desaparece de tu consciencia, aunque por dentro sepas que está ahí. Y me quedo sin palabras, todo pierde la importancia inicial y me encuentro ajeno incluso a mí mismo. Me leo y no comprendo nada, solo alcanzo a percibir entre líneas lo que ya me había dicho algún maestro: "la literatura es el intento por poner orden al caos que es el universo".

     Después de diez minutos de ausencia, y un cigarro, creo que esto no dice nada y solo sirve como mal preludio para preguntar a los lectores ¿qué les interesaría saber? (puntos suspensivos).

domingo, 29 de julio de 2012

El Charco


Les dejo uno de mis primeros textos. Espero lo disfruten.


Entró en su departamento a la misma hora de siempre ‒no por nada el sobrenombre en su trabajo era “el Relojito”‒, echó un vistazo rápido para confirmar que todo estaba en orden. A los veinte minutos regresó con Sandra, él estaba nervioso, era una nueva puta, y no estaba acostumbrado a nuevas experiencias, 'tranquilo hombre' decía ella con una voz sensual y áspera, como detestaba él que lo calmaran; sin embargo la belleza de su nueva amante podía perdonarle lo que fuera. Después de la sucesión de gemidos fingidos y orgasmos, el Relojito se dirigía al baño como siempre; todo estaba cronometrado, había tardado los siete minutos que tenía que tardar, un minuto más en el baño, y dos para despedir a la puta que en esos momentos debía estarse cambiando. No fue así, la puta, seguía acostada, fumando, llenando todo el lugar con cenizas para inculparlo de su delito carnal, como si no fuera suficiente el olor a sexo y, por si fuera poco, ya llevaba un minuto (1) de retraso; sutilmente la hizo vestir para sacarla del departamento (2), la acompañó cortésmente hasta la puerta pero ella se detuvo, él siguió su mirada (3), en el suelo, saliendo de la puerta del ropero, una mancha que fácilmente podía juzgarse de ser sangre. El fulgor que desprendía lo había hipnotizado (4), realmente era sangre, ¿había sido la puta para tratar de incriminarlo en algo? De pronto, sintió como si la cabeza le fuera a estallar, habían pasado ya cinco minutos de retraso, era inaceptable, ella preguntaba qué sería eso, se paró (6), estiró la mano al picaporte y después… todo negro. Ahora él tenía dos charcos de sangre que limpiar, había perdido siete minutos para hacerlo, pero con los veintitrés restantes eran más que suficiente.

domingo, 22 de julio de 2012

Tres poemas juntos


Este es un "soneto alejandrino incluido en liras con pitipié y acróstico"
Se puede leer de tres formas, la lira: que es el poema completo, el soneto alejandrino que es solo lo que dice cada 5 versos, y está en negritas para hacerlo más fácil a la lectura, y el acróstico, que fue hecho para mi escuela. 
Después viene otro poema que en realidad es como una miniserie, pero ya no tan formales, sino con versos más libres, que resultan más agradables. Y al final un poema en prosa. Si no están acostumbrados al tipo de poemas como el primero y les aburre, salten al que sigue, es completamente diferente. Saludos, y difundan.

SONETO EN TRES TIEMPOS
S
igo juego verbal       
orientado por este joven, mas no doncel      
notorio mi arsenal           
escribo en panel         
tomo de entre mis recuerdos el recuerdo aquél   
o
diaría ser él  
a quien mis versos refieren, de esta forma tal          
labro destino cruel     
¡ea, hasta el final!      
juntos estábamos cada quien desde su umbral                
a
pareciste del 
nido de algún ave extraña e importancia vital                     
desconocida piel        
repelente del mal       
imaginé tus palabras de forma total          
n
ada descomunal      
oro, plata, incluso arena o pedernal  
interesaba igual                     
no eras nada babel     
como si estuvieras aquí, no en el papel.     
l
isto y ágil al  
urdir,  fiero en la batalla como Gabriel         
idealista cabal
dulce como la miel    
otro tu trino creyó tener de forma fiel                  
e
rrado coronel
nadie cuenta se daba de tu forma real          
luego en el laurel       
indudable señal                     
ruiseñor de bellas plumas, ¿serás un quetzal?                 
¿acaso no Miguel      
sucumbiría a tu belleza desde el zarzal?       
¿conoces a Luzbel?               
¿o no eres fatal?        
no devoras serpiente alguna sobre nopal  
Parecieras leal
imagen de varón delineada por pincel          
testimonio fatal         
inhábil Samüel           
¿piensas que estás en desierto? Estás en vergel.  
imagen  femenil
éscondete velozmente tras un girasol
y aunque estés inmovil
atrapada en perol
clamándole al viento la libertad del sol
r
ogando en formol
óblicua vida pero por completo civil
será en español 
 tu reclamo futil
idílicamente con una voz tan gentil
c
on hermoso perfil
orgullosa gritabas con un tono bemol
¡Muerte al autor vil!
aclamabas pueril
rehuyendo de las letras que marcaban tu rol
c
ual si fuera mongol
odiábasme por crearte. Pensaba sutil:
Junto al quitasol
una tarde en añil
árbol que cortaron durante aquel mes de abril
r
esolvílo cubil
en una cálida noche de musas y alcohol
zopenca juvenil
De frescor cual mentol
eras quizá mi sueño, o quizá de Pitol
l
ogré contigo gol
¡Viva mi creación, soy con letras tu albañil!
aunque de metanol
llamas me quemen mil
eres prisionera, en páginas de marfil.


EL ETERNO RETORNO DE LO IGUAL (CRONOLOGÍA DE UN INSTANTE)
           
                                 I
A tu encuentro me aproximo sin espera de nada
con expectativas bajas por saber cómo eres
pero contento por la promesa certera de volverte a ver.
Ya un ciclo se ha cerrado
las cosas han cambiado,
tu lejanía se había hecho presente
y de vez en cuando te pensaba
(seguramente tú no hacías lo mismo).
Al menos recuerdas quién solía ser
o quizá cómo me llamaba;
pensamientos consoladores
ante desconsolada realidad.
Prometí prepararte una cena
(excusa para pasar el rato)
y brindar con vino blanco
que tú ibas a llevar.
Y aunque con la intención de no esperar nada
mucho es lo que espero
de mi cabeza no sale la idea que decías:
"contigo nada quiero".
                                II
Decir que desperté a tu lado sería una mentira
más bien una verdad a medias
no desperté, en realidad no dormía.
A lo largo de la noche, en vela observándote la pasé
recordando los estragos que el vino en mí había hecho
y tus caricias frescas en mi cabello
al regresar del baño al sofá.
Recordé las lecturas de poesía
las de tus autores, y también las mías
compartías tus labios
con Sabines, con Borges y los demás.
Cité mi propio epigrama, titulado trío:
En mi  cama hay espacio para un sueño
que puedes ser tú; pero si traes otro sueño
a que nos acompañe, se volverá pesadilla
pues también será él.
Te volviste musa, revivió Calíope,
revivieron las caricias que de antaño me obsequiabas
revivieron sin que las pidiera una vez más
y después de las poesías y las caricias
llegaron los momentos de cantar.
Al final con una frase te retiraste a tu cuarto:
"estoy hasta la madre, ya no puedo más".
Pedí cobijo en tu cama, a tu lado,
sin pesar me lo concediste; y mis brazos
te acogieron, te entregaste al sueño
y en la serenidad del momento, con las caricias
en turno mías, recordé la poesía de más de un año:
Dormida, quédate dormida
sin despertar jamás
verdadera y cálida como lo has sido.
Que el frío no se acerque a tus labios
y el rubor no abandone tu tez.
Quédate dormida.
Dormida te puedo observar mejor,
donde mis ojos que te miran
no sean motivo de agravios;
donde mi tacto no sea espinas
que lastiman tu lastimada piel.
Dormida, quédate dormida
con la promesa de algún día despertar.
Has de quedarte callada como la soledad,
y respirar apacible el olvido de mí
que te invade, que te recorre
como la sangre por el cuerpo
mientras yo sigo creyendo
que entre sueños me piensas
al menos una vez.
Dormida, Bella Durmiente,
te cubro de besos que no saben a hiel,
y no recibo rechazos ni reclamos,
pues estás dormida…
Dormida, quédate dormida
con la promesa de nunca despertar.
Pero era inevitable, despertaste
feliz, contenta, y desganada
preguntaste qué había hecho sin ti
yo dije que escucharte roncar,
te mencioné que olías a tepache,
y después de responder que era obvio
te bañaste y pediste de desayunar;
te marchaste, sutilmente
gentilmente, me dejaste quedar.
           
                        III
Aguanto mis ganas de llamarte otra vez
hace unas horas que lo hice,
te escuché reír por mi llamada,
parecías disfrutarla, parecías agradada.
Instantes, al fin instantes,
recordé los papelitos que dejé en tu cuarto:
una invitación a una nueva visita,
una cursilería:
No puedes hacer poesía
porque como lo dijo Bécquer
poesía eres tú
”,
también dos fragmentos de algo
 que en sí mismos eran uno cada uno:
como la nota que tiembla,
 y se alarga (crece) en tus dedos
así me sentía yo con tus manos en mi cabello
”,
y dejé el papel color morado
en las cuerdas del violín
estábamos buscando instantes sutiles,
talvez instantes pueriles
donde estábamos sin estar

y éste quedó bajo un pisapapeles
con forma de mundo en cristal.
Es mi turno de partir, de irme
de dejar en el deseo lo que es del deseo
mañana te llamaré para saber lo que piensas.
Me toca descansar, recordando tu piel
recordando lo que sentía en las manos
al pasarlas sobre ti.
                                IV
Tengo ganas de ti, no de mí,
 no de nosotros, sólo de ti,
no del que nace en caricias gentiles,
no del que muere en deseos de ser,
sólo de ti.
No del que somos
cuando estamos sin estar
sino de la que eres por ti misma
por ti y para ti,
sólo de ti.
Tengo ganas de ti cuando estás conmigo
cuando apacible te recuestas a mi lado
y me acoges entre tu brazo y tu pecho
y dejo de ser para mí
y comienzo volverme de ti.
Tengo ganas de ti, de aquella desconocida
que me deja recostar a su lado
 cuando se va fuera de sí
y me vuelvo testigo mudo
mientras con la vista te hago parte de mí.
Tengo ganas de ti y de mí, de nosotros,
de ese algo que se forma sin llegar a ser,
tengo ganas de ojos, de miradas,
de dedos, de manos, de caricias.
Tengo ganas de ti, sólo de ti.
                                V
Lo cierto es que contigo
todo es incierto,
que todo es, mientras deja de ser
que todo deja de ser, mientras va siendo
que todo va siendo mientras desaparece
que todo desaparece mientras va apareciendo.
Contigo, lo único cierto es lo incierto
y el efímero instante lleva consigo
la promesa de nunca volver.
                                VI
Te llamé, la primera vez no estabas,
la segunda, eterna espera,
resultó ser la indicada.
Te dijiste indispuesta, ocupada;
habías leído el mensajito:
"Nos vemos el próximo año
este fin de semana ando atareada".
Seguramente, andabas con tu novio
pues no hacías tarea, ni cenabas,
no perdías el tiempo, no hacías nada.
No sé, quizás algún día (pronto) te llame,
y pregunte sincero cómo estás;
mientras tanto, estaré con mi novia
esperando (para contigo)
el eterno retorno de lo igual.

UN BUEN ABRIGO
Yo tengo un abrigo de piel que no está hecho a mi medida sino a la de ella; que sabe decir con las manos lo que con la boca no, y está cubierto de finos vellos que sólo se sienten ―a veces― al pasar la lengua.
    Qué dicha tener al alcance una piel para refrescarse en verano cuando el aire roza el sudor; y en invierno cuando el frío se cuela hasta los huesos, una buena piel es más práctica que diez cobijas y una pijama de lana.
    Hay veces en que es necesario tener a la mano una piel para las noches de ocio ―haga frío o calor―, buscar su tersidad entre juegos y abrazos donde se vuelve, mientras me envuelve, más grande que yo.
     Por eso una piel es la mejor compañera en los días nublados y lluviosos para el cine en casa ―aunque se vaya la luz―, pues funciona como botana, almohada y cobertor, y es capaz de calentar los labios y refrescarlos por igual. Quedarse dormido junto a ésta ―que tiene la capacidad de amoldarse a uno y viceversa―, pues al despertar generalmente es una grata sensación.
     Yo tengo una piel mestiza, un poquito morena, que a veces está y a veces no. Algunos la llaman por su nombre, yo a veces sí y otras no: y cuando la mando llamar diciendo: "ven pa'cá, cosa hermosa", y la tomo entre mis brazos y me convierto en su abrigo; me pongo a pensar que por más que pase el tiempo y se desgaste, no hay mejor cobija ni juguete para el ocio que su piel.

viernes, 20 de julio de 2012

Amor se llama el juego en el que amas o te amas


Amor se llama el juego en el que amas o te amas… es una historia en la que cualquiera podría estar inmerso, tal vez porque la trama superficial habla de uno de los más grandes secretos a voces que tiene la población amatoria. Una historia sobre el tabú de la infidelidad y el amor platónico.

Contada desde un punto de vista poco usado, esta historia dista de ser rosa o de encontrarnos con un final que para todos pueda ser un final feliz. Se trata de la historia en la que nuestro personaje ―el protagonista sin nombre porque podría ser cualquiera de nosotros―, se encuentra inmerso en un triángulo amoroso poco convencional, con su esposa ―Dolores― y una amante-amiga ―Lucía― que se ha vuelto en el objeto de su más grande inspiración y quizá razón por la cual Él aún no ha resuelto suicidarse pese a considerar su vida un fracaso.
Lucía y Él sólo se ven una vez al año y con un poco de la ayuda de su Primo, Él ha logrado verla una vez más, sólo que esta vez podría ser la última.


Si te interesa, puedes leer el libreto con las anotaciones del director en esta página.


Si no tienes wattpad, puedes dejar tus comentarios aquí (no es necesario estar suscrito para poder entrar y leer la historia)

Creo que el título es obvio

Yo también me enamoré de ella, de su mirada callada, de su respiración tranquila. Me enamoré de sus ojos brillantes llenos de vida y sus lágrimas sinceras. Cómo no iba amar, nuestros códigos, y nuestros juegos, nuestros relajos y travesuras. Y las voces chisotas al hablarnos con ternura. Me enamoré de su aliento y sus mañanas, de sus presentes, de sus pasados. Me enamoré de su historia y de la mía, de la nuestra, de las ganas de estar juntos, de las batallas perdidas, y claro que sí, de las ganadas. Me enamoré de su encanto, de su sonrisa, de los besos al aire que llegan a los oídos. Me enamoré de su belleza, de su fortaleza, de su habilidad para salir adelante. Me enamoré de todo lo que es ella, hasta de imperfecciones perfectas, de sus regaños, y sus penas. Me enamoré de ella, de ella, de ella.

martes, 17 de julio de 2012

Entre cenizas




Empecé a dibujarla como lo había hecho durante tantas noches y por tanto tiempo con la estela del cigarrillo recién encendido. Brillaba con ardiente pelo, con ardientes ojos, con ardientes labios, con ardientes pechos, brillaba con ardientes caderas y ardientes manos; apagué la luz para poder verla mejor, en la oscuridad podía conservarla mejor. Pasé los trazos del cigarro durante tanto tiempo que quedó marcada en el aire; sin embargo aunque bien definida aún era etérea, halé un poco pues la punta se estaba apagando, y traté de rellenarla hasta que iluminó a media luz la habitación. El problema fue que cuando traté de acariciar sus cálidos miembros me quemé la mano, me quemé los labios, pero las caricias avivaron su intensidad naranja, y tuve que correr rápidamente por agua antes de que su lujuria quemara toda la habitación. De pronto se volvió un rescoldo que apenas titilaba, estaba muriéndose, prendí otro cigarro, la dibujé nuevamente, sin tanta intensidad; ahí estaba ella, sonriendo. Prendí la luz, no sin antes cubrir el foco con una tela que oscurecía la habitación al punto de poderla ver sutilmente.

Tomé grandes bocanadas y la rellené de humo, el humo se fue haciendo cada vez más denso, el tono grisáceo se convirtió en moreno. Los labios conservaron la brillantez del fuego, y su rostro se empezó a dibujar más nítidamente. La tomé del aire donde flotaba, suspiré al ver su parecido. Nunca lo había hecho con esa intensión, aunque quizá sí, porque nunca dejé de extrañarla por mucho que tuviera su muerte. Mi lágrima se encontró con sus manos, y se evaporó en un “Ttsssss”. Cuánto la había extrañado. Quería que me hablara y me dijera te amo con ese temblor en sus labios, pero pese al temblor no logré escuchar nada.

Un suspiro la desfiguró, se me había olvidado ser precavido, así que prendí el último cigarrillo que me quedaba, y comencé a dibujarla nuevamente, a rellenarla; en realidad no me importaba como se veía, yo la seguía viendo hermosa, como si aún no fuera polvo o ceniza, pero a ella siempre le gusto verse radiante y perfecta; cuidé de no hacerle arrugas, aunque a mí siempre me habían gustado las suyas; esas arrugas de felicidad en las comisuras y que siempre quería ocultar con cremas; ella lo sabía, me miró de la misma forma que cuando se maquillaba, yo sabía lo que me preguntaba. ''Por supuesto que no se te notan'' contesté, ella sonrió complacida, y me acarició la mejilla “Ttsssss” y al besarle la mano lo escuché nuevamente. La besé de la forma que solo puede besarse a quien se extraña y con lo último del cigarro la desdibujé de nuevo.
Acaricié sus curvas, y el ardor en las manos no fue impedimento, me miró triste, señalando sus pechos y yo le dije que así me gustaban, se volteó apenada, le tomé la barbilla ''en serio, me gustan''. Me cubrió de besos todo el cuerpo, y me dejé llevar por el viejo deseo, yo la acariciaba, el ardor no existía, y el sonido del sudor y la saliva pasaba desapercibido.

Nos recostamos en la cama, mostrándonos con la carne nuestro afecto; para mí no era brasas y humo, sentía su carne, su piel como fue, no podía ser de otra manera, le besé apasionadamente todo el cuerpo, bebí la leche inexistente de sus pechos y, me regocijé con la humedad de su vagina, de su pubis presionando mi pubis, de sus movimientos violentos y su cuerpo tenso, del placentero ardor que estimulaba mi pene y sus vaivenes con los que me obligaba a venirme por más que le dijera que aún era demasiado pronto. Era tan hermosa; a pesar de estar derruida en casi todo el cuerpo yo podía ver su sonrisa, y su respiración, y sus ojos centellantes… apagándose, su sonrisa también se apagaba, cuarteada y gris. No podía moverse, estaba quebradiza; con la respiración guardada y todo el cuidado que me podían dar mis temblorosas manos la cargue, otra vez era ligera, como un susurro. La puse en la cama, veía la desesperación en sus ojos, y a diferencia de la última vez el miedo no estaba en su rostro, en cambio había una tristeza, más dura que su cara carcomida, esparcida en la cama, que me caló en el fondo del pecho. Aguanté las lágrimas para no terminar de matarla. La cobijé, apague la luz y me metí con ella, le besé la espalda y la apreté con mis pocas fuerzas contra mi pecho evitando quebrarla. Después de un rato ya no sentía sus pies, y su cabeza era solo ceniza, puse más cobijas tratando de conservar su calor y dejé un espacio por donde pudiera entrar un poco de aire para no asfixiarla, sentí su llamita, palpitando suavemente en mi pecho, creciendo mientras yo me iba quedando dormido… y por última vez… casi sin poder respirar… nuevamente…                sentí  su   amor      envolviéndome       por      completo.

domingo, 15 de julio de 2012

Abrir un correo en martes.



No hay razón alguna para abrir un correo en martes, quizá es martes el día que más puede uno tener para dedicarse al ocio. Cuando uno llega a casa para descansar de alguna parte. Abrir un correo en martes significa dejar que los años pasen y se acumulen como polvo cibernético entre los megas que te regala el servidor elegido. Abrir un correo en martes significa remembrar todas aquellas conversaciones que alguna vez fueron preocupantes, aquellos conjuntos de palabras que algún día sabían a sonrisa, suspiros electrónicos, incertidumbres de futuros ya pasados.
                Abrir un correo en martes haciendo lista de recuentos, es reír por dentro ante los que eran problemas, los encelos, las paranoias, las viejas costumbres que se tenían. Abrir un correo en martes es un potencial peligro si el ocio lo acompaña y el tiempo libre está al alcance, la bandeja de entrada es una cajita de chistes viejos y amores perdidos, de recovecos para lo que se esconde a la memoria.
                Abrir un correo en martes es un regalo del pasado, un destello fugaz, un flashback, una prolepsis, un pequeño instante de autoconciencia y vulnerabilidad que puede darse incluso un miércoles como hoy.

viernes, 13 de julio de 2012

Fragmentos que se creen poéticos...


Está bien. Talvez sea poco romántico. Pero seamos honestos; las estrellas no se pueden bajar, el príncipe algún día vuelve a ser sapo y el amor eterno tiene fecha de caducidad.

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Salgamos de la mano. Tomémonos hasta las yemas y en espiral, ascendiendo por la fuerza de un beso explotemos en montones de lucesitas hasta volvernos polvo y viento.

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Cada quien llora a su modo, yo me he dado cuenta que lo hago con lágrimas negras y por los dedos, a veces por los ojos, pero generalmente de esa manera. Con la saliva espesa y el nudo en la garganta, un vacío en el pecho que se extiende hasta la panza; con esa respiración agitada y entrecortada; sin ganas de que me vea alguien; sintiendo en la nuca el peso de las lágrimas, y en la frente, y solo cuando de verdad vale la pena llorar.
Yo lloro, como todos, pero no como todos.

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Tienes razón, nunca supe valorarte, quizá nunca hubiera sabido.
Seguramente confundí el apoyo como muestra de amor, tu me amaste de igual modo; a veces yo también te amaba, a veces cuando te miraba dormida creí que era cierto ¿Cómo pude haber confundido una taquicardia con latidos descontrolados por amor, o mariposas con gastritis?
Seguramente hubieron veces que amé, algunas horas al día, y durante algunos pensamientos que se mes escapaban fuera del horario sin darme cuenta. Seguramente te amé e la mañana cuando aguantaba la respiración mientras escribía mi despedida, y seguramente te amé cuando caminé de puntillas tratando de guardarte el sueño y tu sonrisa.
Quizá tienes razón, seguramente la tienes, me tardé demasiado en darte una carta o intentarte un poema. Quizá lo intenté, seguramente nunca lo suficiente; y ahora aquí, vagando en la vida, pensando en la muerte, me doy cuenta de que al menos te quise, como se debe, bien querida y no entre letras, en su tiempo, intenso y sin tiempo para podértelo escribir, por eso me doy por sentado y ahora lo hago.

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Acuérdate de darle de comer a los gatos, 
de ponerte tus aparatos de ortodoncia, 
acuérdate de meter la ropa antes de que llueva, 
y de regar las plantas.
Acuérdate de no abusar del refresco y mejor tomar agua,
de no malpasarte, y de que el maquillaje no te sirve para ocultar que has llorado.
Acuérdate de cerrar bien la puerta,
de ir al médico y usar los lentes aunque no te gusten.
Acuérdate de no cargar tanto peso, de respirar cuando te enojes...
Acuérdate, acuérdate, acuérdate...

martes, 26 de junio de 2012

Sin nada que decir

Quizá ando ya en un estado cercano a la depresión, pero creo que a un nivel bajo, o quizá también es una justificación para no hacer nada. No lo sé, honestamente y a diferencia de como ha sido en mucho tiempo, no me importa mucho que digamos.

Quisiera escribir, quizá más por ese automatismo que uno adquiere de querer hacer algo, en realidad la mayor parte de mí quisiera dormir, la otra escribir. La que sí quiesieran amabas parte o mejor dicho la totalidad de mí, es tener ocho años nuevamente y donde mis únicas preocupaciones sean sacar buenas calificaciones, tan solo tomar un descanso y olvidar responsabilzarme hasta de mí mismo. desgraciadamente no tengo ocho años, ni amnesia, y me siento completamente ajeno en una casa que no es la mía.

No me puedo refugiar ni en las letras; no está chido no pertenecer ni a mi propio mundo. Y no poder escribir más allá de mediocres publicaciones quejándome de la situación. Pero bueno, como mi plan no es el suicidio, sino seguir escribiendo pues entonces a practicar; como dice Monterroso, hayq eu escribir cuando se tengan ganas y cuando no. Sin embargo, sí pido disculpas a mis lectores por la calidad de esta última entrada. Pero el cerebro no me da para mucho más en estos momentos; talvez al igual que siempre, me lo daba antes de presionar mis dedos sobre las teclas del teclado, pero bueno, este cristal aún es muy frágil y con el roce de los dedos basta para quebrarlo.

Sin embargo, saludos a todos, y el que yo ande jodido, no significa que desee que ustedes también, por el contrario mis mejores vibras para ustedes.

sábado, 23 de junio de 2012

Hablando de amor y esos problemas

Problemas de amor ¿Acaso existen otros que sean más importantes para los que amamos o los que estamos enamorados? Realmente sabemos que para los amorosos todo empieza y termina en el amor; o al menos es lo que más importancia tiene. Quizá podría aventurarme a decir que para muchos el mundo podría esta básicamente acabándose allá afuera y aquellos estar más preocupados por el amor, o al menos por el objeto de su amor. 


¿Por qué hablo de esto? Sencillo, porque estoy sufriendo de ello desde hace un corto tiempo. Para todos aquellos que sacan conclusiones apresuradas quiero informar que no es por una decepción amorosa, o un nuevo amorío no correspondido, esos, a diferencia de este, son más divertidos y productivos en mi vocación literaria. No, por el contrario, estoy hablando de relaciones de pareja, de esas que suceden cuando vives con alguien, y que también pueden suceder cuando no, pero al final de cuentas de aquellas cosas inevitables en cualquier relación.


¿Qué pasó? No sé, al final de cuentas realmente el acto particular no tiene tanta importancia por sí mismo. Pero sí me puse a pensar, en si estaba dispuesto a aceptar las cosas como son o mejor dicho a aceptarla a ella como es, o como se ha estado volviendo. Realmente no puedes pedirle a alguien que no cambie, los objetos quizá tienen esa posibilidad, las personas no. Los seres humanos en tanto humanos son entes potenciales, mutables, y al igual que en la vida (biológicamente hablando) o te adaptas o te quedas en el camino. Acostumbrase a veces podría ser esa adaptación, pero por qué en lugar de acostumbrarse no verlo como al inicio... y de repente, recordé a Jimena (o Lucía), y reentendí mis principios.



Yo: cómo te gusta que sean contigo?
Ella: para qué? Sé como tú eres, porque si no me gusta como eres, estamos jodidos.
Cuánta verdad había en esa frase garabateada con mala letra a la mitad de una clase de hace varios años, y yo aún no termino de darme cuenta. Total, si no funciona estaría uno menos jodido que estando con alguien que no es como es

miércoles, 20 de junio de 2012

Con una duda por delante

Es curioso, curioso y frustrante, al menos hasta cierto punto. Sí, lo sé aún o he dicho qué es curioso; sencillamente me refiero a ese algo que me pasa cuando quiero escribir. Siempre que mis dedos están aunque sea a un centímetro del teclado tengo ideas de cosas que escribir (sí, lo sé, no siempre, pero al menos más seguido de lo que quisiera), pero en el momento en que empiezo a teclear, me vuelvo idiota y poco imaginativo, incluso escribir estas pocas líneas están costándome más trabajo de lo que deberían. Pero supongo que así son las cosas, al menos lo son conmigo, sé que llegará el momento en el que las cosas salgan de mis dedos y una nueva historia (o poema) terminará por salir.

      Por desgracia, esto me tiene al punto del ansia, un ansia derruyente. Quizá alguien sepa cómo lograr escribir lo que quiero en el momento que quiero, porque eso de andar esperando a que la musa baje a trabajar, pues como que no, o quizá no he sabido cazarla bien. Sin embargo ha habido veces que he podido escribir sin sentirlo y por obligación, pero generalmente no sale nada interesante o ameno. Entonces pienso el punto para poder lograr hacer una media de ambos casos ¡de qué sirve saber que hay que trabajar tus talentos para sacarles el máximo provecho sino puedo trabajarlos! Quizá algún lector pueda decirme su secreto o una sugerencia que me haga poder acelerar este "proceso creativo", por el momento, postearé un cuento que aunque no es nuevo, es el más reciente y aún no ha sido visto en ninguno de mis blogs.

     Gracias por leerme, pero si puedes dime ¿tú, cómo le haces para hacer algo cuando no te nace?

   

jueves, 14 de junio de 2012

Insomnio

Quizá algún día sepa cuál será la hora de dormir. Es curioso, pero nunca he podido hacerlo bien (es decir lo que todos dicen que debe ser), incluso cuando entré a trabajar a un lugar que me exigía dormir temprano por necesidad de madrugar, no pudo hacerme el antinatural habito de dormir temprano (lo que sea que eso signifique).

En estos momentos, es difícil saber si la mejor opción es cerrar las ventadas de internet y dejar solamente la música. A veces ha resultado bueno dormir, literariamente prolífico; y es que esta proliferación viene de aquellas "pesadillas" que aún tienen sabor al abrir los ojos; me han dado muchas ideas que desgraciadamente no he podido hilar aún. Pero lo interesante es que poco a poco van juntándose y sé que en algún momento saldrán como algo (espero) interesante para leer.

Aun con esa propuesta seductora de ideas para escribir, o para coleccionar como futuros proyectos, hay algo en el insomnio que me seduce, o quizá hay algo en el dormir que me aleja. Quizá es más fácil despertar de una pesadilla a la luz del día y sentirse así más seguro. Las cosas suelen verse diferentes a la luz del sol, y los miedos instintivos suelen ser más llevaderos.

Quizá nunca superé aquel temor que me mantuvo despierto asomándome en la ventana del baño de mi tía cuando era chico, esperando ver que todo estuviera en orden y que los monstruos no salieran aún de mi cabeza o del lugar cualquiera donde suelen esconderse. No recuerdo bien, pero seguro que esa noche dormí hasta que el cansancio fue demasiado para seguirlo soportando, o cuando el sol asomaba en el horizonte. Ahora esa sensación solo se presenta a veces, como pidiéndome que esté alerta, en el limbo que hay entre el sueño y la vigilia, sobre todo cuando la línea que los separa desaparece casi por completo; a veces no aparece.

Pero quizá también insomnio no es de miedo, pues en realidad, la noche sabe respetar más el silencio (acompañado del tecleo y la música) de lo que lo hace el día. Quién puede vivir para sí de día, con tanta gente y tanto ruido. Quizá le mejor hora para dormir es esta, que no está definida, que surge espontánea, sin cadenas; porque al final de cuentas quién puede vivir atado...

Intitulado

Me encanta la forma en la que juega mi cabeza conmigo (sarcasmo). Hace años que no abría este espacio en la red. Me movía a lo largo del pequeño apartamento donde vivo y mi cabeza pensaba en un sinfín de ideas que quería publicar; una de esas pláticas autoconstructivas (o destructivas) que suele tener la gente cuando andan en silencio durante mucho tiempo. Ahora, después de haber hecho los arreglos pertinentes para habilitar el blog, todas aquellas ideas, tan bien estructuradas, tan 'como salen de la cabeza', solo son vestigios, intentos quizá de lo que fueron aquellas ideas cuando no tenía cerca el ordenador.

Sin embargo va bien, quizá esto sirva de ayuda para poder escribir cuando tengo uno de esos grandes problemas llamado "bloqueo literario". Quizá no sirva de nada; igual escribiré aquí, como una especie de autodiálogo que por alguna desconocida razón es más fructífero que la hoja de word.

Hace algún tiempo pensé en respaldar todos mis datos en la Internet, pues siempre tengo la involuntaria costumbre de perder todos mis escritos e ideas, así que creo que este podría ser un buen medio de mantenerlos a la mano, siempre y cuando la red me los mantenga (afortunadamente así he logrado mantener conmigo muchos de ellos). Pero también hay que ser sincero, uno no escribe en un lugar con acceso público por el simple hecho de guardar y proteger sus archivos (los dejaría en mi mail); la razón más importante quizá, es la esperanza (ese mal holgazán que no fue capaz de salir de la caja de Pandora) de ser leído por alguien, o mejor dicho: por algunos. Pero bueno, dejemos esa esperanza pasiva acurrucada entre estas letras y pongámonos a trabajar.