jueves, 14 de junio de 2012

Insomnio

Quizá algún día sepa cuál será la hora de dormir. Es curioso, pero nunca he podido hacerlo bien (es decir lo que todos dicen que debe ser), incluso cuando entré a trabajar a un lugar que me exigía dormir temprano por necesidad de madrugar, no pudo hacerme el antinatural habito de dormir temprano (lo que sea que eso signifique).

En estos momentos, es difícil saber si la mejor opción es cerrar las ventadas de internet y dejar solamente la música. A veces ha resultado bueno dormir, literariamente prolífico; y es que esta proliferación viene de aquellas "pesadillas" que aún tienen sabor al abrir los ojos; me han dado muchas ideas que desgraciadamente no he podido hilar aún. Pero lo interesante es que poco a poco van juntándose y sé que en algún momento saldrán como algo (espero) interesante para leer.

Aun con esa propuesta seductora de ideas para escribir, o para coleccionar como futuros proyectos, hay algo en el insomnio que me seduce, o quizá hay algo en el dormir que me aleja. Quizá es más fácil despertar de una pesadilla a la luz del día y sentirse así más seguro. Las cosas suelen verse diferentes a la luz del sol, y los miedos instintivos suelen ser más llevaderos.

Quizá nunca superé aquel temor que me mantuvo despierto asomándome en la ventana del baño de mi tía cuando era chico, esperando ver que todo estuviera en orden y que los monstruos no salieran aún de mi cabeza o del lugar cualquiera donde suelen esconderse. No recuerdo bien, pero seguro que esa noche dormí hasta que el cansancio fue demasiado para seguirlo soportando, o cuando el sol asomaba en el horizonte. Ahora esa sensación solo se presenta a veces, como pidiéndome que esté alerta, en el limbo que hay entre el sueño y la vigilia, sobre todo cuando la línea que los separa desaparece casi por completo; a veces no aparece.

Pero quizá también insomnio no es de miedo, pues en realidad, la noche sabe respetar más el silencio (acompañado del tecleo y la música) de lo que lo hace el día. Quién puede vivir para sí de día, con tanta gente y tanto ruido. Quizá le mejor hora para dormir es esta, que no está definida, que surge espontánea, sin cadenas; porque al final de cuentas quién puede vivir atado...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pues en parte es delicioso dormir a la hora que sea, pero ahora no es tan placentero cuando te están taladrando la cabeza con ruidos escandalosos... mucha suerte con tu Blog, sabes que te apoyo mucho y que me encantaría ser algo más que tu novia... y no, no me quiero casar jajaja...

Échale muchas ganas, no seas tan flojo, obligate a hacer una entrada diaria o algo así, para que se empiece a volver costumbre y después vicio

Éxito !!

Crusli dijo...

¬.¬