domingo, 15 de julio de 2012

Abrir un correo en martes.



No hay razón alguna para abrir un correo en martes, quizá es martes el día que más puede uno tener para dedicarse al ocio. Cuando uno llega a casa para descansar de alguna parte. Abrir un correo en martes significa dejar que los años pasen y se acumulen como polvo cibernético entre los megas que te regala el servidor elegido. Abrir un correo en martes significa remembrar todas aquellas conversaciones que alguna vez fueron preocupantes, aquellos conjuntos de palabras que algún día sabían a sonrisa, suspiros electrónicos, incertidumbres de futuros ya pasados.
                Abrir un correo en martes haciendo lista de recuentos, es reír por dentro ante los que eran problemas, los encelos, las paranoias, las viejas costumbres que se tenían. Abrir un correo en martes es un potencial peligro si el ocio lo acompaña y el tiempo libre está al alcance, la bandeja de entrada es una cajita de chistes viejos y amores perdidos, de recovecos para lo que se esconde a la memoria.
                Abrir un correo en martes es un regalo del pasado, un destello fugaz, un flashback, una prolepsis, un pequeño instante de autoconciencia y vulnerabilidad que puede darse incluso un miércoles como hoy.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta tu forma de terminar los cuentos. Aun que no lo entendi muy bien

--Ociosilandia/Entrettp-- dijo...

Gracias, me da gusto saber que tengo un "estilo" reconocible. Pero más que un cuento es como una reflexión semipoética... trataría de explicar lo que quise decir en él, pero un texto una vez que lo tiene el lector debe defenderse solo.

Entiendo que has leído más de mis textos, ojalá puedas firmar tus comentarios con nombre para empezar a distinguirte de los demás anónimos. Gracias por leerme

Anónimo dijo...

Bieeeen......solo que.....hubiera sido interesante que el lector profundizara mas en sus recuerdos,se elevara un poco mas e inesperadamente situar al lector en otro dia,diferente al ke vive,pero bien! me gusto

Anónimo dijo...

Si como el especiero ese giro inesperado al final.
Si supongo que ya horneado el pan a cada quien le sabe diferente.

Me llamo Michelle, saludos

--Ociosilandia/Entrettp-- dijo...

Gracias Michelle, pero el giro al final es algo que mucho autores deberían tener. Aunque creo que siempre el final es lo que debe de rematar un buen texto, y un final débil puede bajar la calidad de la historia.