lunes, 22 de junio de 2015

Reminiscencias

Bajé al mundo de los muertos otra vez
a mirar mi cuerpo cansado
en la orilla hecho añicos

Y yo que otrora había sido sonriente
y la felicidad me recorría entero
do quiera que iba

no me queda más que sombra
que se recuesta durmiente
en la oscuras arenas

Ya los ojos cascados
ya la sonrisa vieja
ya el ánimo marchito

ya toda cama sabe a lecho
y poco importa a la lengua
el manjar o la ceniza

Ahora todo sueño
sea despierto o dormido
es pesadilla

Ahora todo día
no deja de ser
otra cosa que agonía

Y así fenece lento lo ya fallecido
ahogándose los ojos y la garganta
por mirar las playas en la memoria
alejarse

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