viernes, 5 de abril de 2013

Un poquito de verdades sobre el artista

Estoy escribiendo esta entrada para ver si me sirve como purgante para terminar de imaginar los capítulos que me faltan para la novela en la que estoy trabajando ahorita. Ya ven que luego se piensa que lo difícil es encarrilarse en la actividad deseada, es como dicen por ahí: "ya encarrerado el gato, chingue a su madre el ratón". Así que como lo había prometido, revelaré un poco de esa "vida de artista" que he tenido últimamete.

     Hasta hace unas dos semanas en las que más o menos he tenido un poco de quietud, había estado sumido en una serie de eventos un tanto desafortunados de los que se habrán dado cuenta aquellos que han curioseado un poco más por este blog.

    En realidad una serie de mamadas, como para mentarle la madre a la vida una y otra vez durante semanas enteras. Hija de puta. Pero bueno, está la muerte de mi tío (por eso los poemas anteriores), la ruptura con Liliana, y la posterior ruptura con cierta personita que casi me demanda por usar su nombre (eso es exagerado de mi parte, en realidad nada más se puso violenta verbalmente, y no me puede demandar por usar su nombre), esta última en realidad no me pegó tanto. Pero bueno, esos son los antecedentes emocionales que podrían pasarle a cualquier persona (claro, no deseo que nadie sufra una pérdida y a la semana otra, como en mi caso). Pero obviamente eso no es todo para decirte artista.

     Para catalogarte artista hay que tomar todas esos pedos emocionales y existenciales y transformarlos en una obra de cualquier índole, y no por ello, estoy diciendo que tengo una vida de artista.

     En realidad estoy transitando por esa parte nada glamourosa que existe antes de la fama.

     Para ser artista, está claro que hay de dos, o naces con las posibilidades económicas para dedicarte al arte, o vives jodido para hacerlo. Y entonces todo eso se empieza a sumar y se vuelve una gran bola de nieve (yo preferiría imaginar que es caca) que se hace cada vez más grande. Empiezas a ver a tu al rededor y, en primera, ves que no está la persona que más amas contigo, en segunda, ves que tus amigos tampoco están cerca (siquiera), la familia no termina de entenderte nunca, y todos los que te rodean, van teniendo progreso en la vida de algún tipo, mientras tanto, tú no sales casi a la calle porque no hay dinero más que para cigarros y porque además tienes que seguir escribiendo, y madres parece que no estás haciendo nada; y en efecto, para todos aquellos que no sepan de esto, "no estás haciendo nada".

     De repente, si tienes un poco de luz en el camino te encuentras a alguna buena personita que sabe del tema y te dice, "estás bien, vas mejorando". Y te das cuenta de que lo único que te queda es aguantar. Por fuera te vuelves un guiñapo, emocionalmente estás madreado, anímicamente ver a tu al rededor te madrea de igual manera, y no hay nadie en sí en quien te puedas apoyar por completo. Te das cuenta de que en casa de tus padres ya no la haces, y de que el mundo poco a poco se te cae a pedazos; juegas a seducir a la locura y te sientes tentado a dejarte seducir de tanto que luego terminas aislado, ese aislamiento luego te lleva a dudar incluso de tu propia existencia y realmente entras en ansiedades donde sientes que lo más pertinente es declararte loco.

     Ves cómo la vida se sigue burlando de ti con pequeñas cosas, como esas de las muelas que se me están cayendo a pedazos, o con borrarte media novela por una locura del word (claro que son bormas pequeñas, porque los golpes fuertes ya te los dio también).

     Y entonces, cuando todo se te sigue cayendo a pedazos como si estuviera lloviendo mierda del cielo, encuentras algo de qué aferrarte para que la vida no te consuma, en mi caso, me pongo a escribir, aun cuando no escribo para mí (como tal).

     Lo que más pega es lo emocional, uno no tiene problema con no comer durante un día o dos, no se muere por eso, lo más difícil de llevar es lo emocional. Yo no me había dado cuenta por completo lo que hacía o cómo podía hacerlo, cómo seguía adelante mientras veía a mis amigos terminando sus carrreras, teniendo cosas bonitas y saliendo a pasear; preguntándote a cada rato si sirves para esto, si vale la pena que lo sigas haciendo, si algún día podrás vivir con decencia de esto. Es cuando los comentarios de las personas que saben te apoyan, y te hacen creer un poco más en que sí puedes y que tienes que seguirlo haciendo, porque sabes que de todas formas no podrías dejar de hacerlo. Pero insisto, lo que más pega es lo emocional, y yo no había encontrado la forma de articular lo que pensaba, sin embargo, encontré a alguien que lo articuló mejor que yo; es de mi serie favorita y lo pondré en el inglés que más o menos entendí.

             Atticus: How do you do, Hank?
                Hank: Do what?
             Atticus: The woman that you love it's out there and you know you can't have her. How you get up in the morning?
                Hank: Glup it's always helpful; but it's always the art, everything that i write, each letter, is for her or about her, so i'm with her, even when i'm not, if i'm writting.


     Disculpen la mala traducción creo que hay un par de palabras que no están en el diálogo, pero no tengo tan buen oído, al final es lo que más o menos se decía en los subtítulos. 

      Da igual, al final el artista transmuta toda su mierda en general, y le da un sentido, ya sea para contar una historia, mostrar una imagen o sencillamente transmitir lo que desea, y de la forma que desea; en gran medida somos máquinas de digerir caquita, o recicladoras, como quieran verlo. 

       La verdad es un trabajo ingrato (no siempre), pero que no puedes dejarlo de hacer, lo traes dentro, te guste o no; somos bichos algo disfuncionales socialmente, y que por pendejadas vocativas terminan, en nuestra mayoría, solos (espero que no sea mi caso). 

      Quizá me alargué demasiado para decir, que somos un desmadre en muchas y diferentes formas. O al menos esta es mi visión, no tengo intención de impornérsela a nadie.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguramente es demasiado desesperante... como el que sabes que no obtienes en el momento nada, pero que no puedes dejar de hacerlo es como negarte a ti mismo.
Pues no tiene nada de malo probar otras cosas, pero no olvides lo buen escritor que eres, por que por lo que veo no soy la única persona que lo piensa.
Te deseo el mejor de los éxitos, saludos

--Ociosilandia/Entrettp-- dijo...

Gracias; había escrito otro comentario pero se borró. Siento lo escueto de mi comentario, pero ando ocupado últimamente; de nuevo gracias por los buenos deseos.

MJ