miércoles, 27 de noviembre de 2013

Noche sin luciérnagas y un Chau no. 3

A mí también me hubiera gustado escribir a lo Neruda, un poema XX que leyera Sabines. Pero aún no soy tan bueno. He de admitirlo sin vergüenza; a sabiendas de que soy bueno, pero no tan bueno. Yo solo he aprendido a dejarme llevar por las palabras, escucharles una musiquita que (quizá) solo yo escucho. Mi camino está lleno de piedritas y tropiezos, baches, hoyos, y una serie de accidentes geográficos que buscan accidentarme a mí. También estoy lleno de cadenas, incrustaciones doradas de "qué-dirán", que a veces son ignoradas, a veces no... son como juegos de marea, oleajes suaves y espumosos, y arenas blandas y acolchonadas en puestas de sol que algún día se pusieron en alguna playa de algún viaje, de algún tiempo atrás, de algún momento... juegos de luces y sombras, y noches, y negro, juegos de risas, sonoros, sonoras, pero que al final, no adquieren la profundidad, sencilla, simple y eterna que pudieran adquirir con otros y los otros que antes que yo ya escribían... Lo bueno, realmente lo bueno, es que leo a otros, que como yo son desconocidos, y me doy cuenta que no estoy tan tirado al traste, aunque aún me falle... Y ya que no he podido hacer mi poema XX ni algo que se le compare, dejaré una Noche sin luciérnagas y un Chau no. 3 para hacerme compañía.



No hay comentarios: