jueves, 11 de septiembre de 2008

El pequeño eterno

Solo, sigo solo, el tiempo me acompaña, me guía y no me
espera, me apresura cuando tengo calma y me alenta cuando
coy deprisa, trotamundo errante de la historia entre números
se encausa, la vida va llevando a todas horas, en los minutos
lleca la añoranza.

A veces se ve perdido cuando no cabe entre los labios,
entre tus labios y los míos, se enoja cual niño
pequeño y se cenga adelantando la marcha. En otras
ocasiones cuando esstá de ocioso, lleva paso lento y pesado.

Vindicativo chiquillo se harta de mi mirada
en tu cara, pero me comprende en momentos
regalándome prolongados instantes en el punto
de fuga que me es tu imagen.

Pero el señorito es cruel y no perdona, y entre suspiros
su forma se me escapa. Cuando quiero perpetuar tu
convivencia, no se marcha, sigue ahí escondido en los
huecos que dejamos, entre tu cuerpo y el mío abrazados.

Por eso me gustan las fotos y las pinturas, también las
canciones grabadas y mi sangvre en la hoja. Ya que pase
lo que pase, es más lenta su llegada.

Pero ¿cómo fotografiar lo uqe te siento y lo
que me haces sentir? El sentir es imperfecto
pues tarde o temprano, como tú o yo, habrá
de morir.

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