lunes, 30 de junio de 2014

Abandonad toda esperanza

Muy bien, Marquito, lo estás haciendo de puta madre: andar diciendo en el facebook que no se haga  una reunión por parte de tus amigos para tu cumpleaños. ¿Adónde te lleva? ¡Un paso más cerca del fondo! Nunca es suficiente para llegar a él. Ahora ya viste los reclamos y el: "si ya saben lo mamila que es Marquito". Poca madre, romper relaciones y quedarte más solo. Esa estrategia tuya está dando resultados. Dentro de poco hasta el gato se escapará a la primera oportunidad. Además ese mujer fue una de las que se ofendió por tu comentario: "eres un pinchi aguafiestas". Pero eso es lo que querías, estar tan roto que llamaras su atención. Veamos si funciona tu estrategia, pero sabes que el berrinche pendejo nunca ha sido un aliciente. Pero no hay problema, la verdad no importa nada. La verdad ahorita no importa nada. Importa seguir escribiendo, importa mejorar tu nivel de escritura, e importan sus ojos, sus ojos y su cara bonita, y su voz grave. Importa esperar que algún día (esperemos pronto) te llame diciendo que se siente mal y que quiere que la escuches. Importa que te diga: Ya wey, no seas mamón, tómate unas chelas conmigo, y entonces vuelvas a fantasear durante semanas porque ahora no dejarías pasar la oportunidad, ya fuiste lo suficientemente caballeroso una vez como para volver a serlo, porque sabes que cuando vuelva a pasar será para que las cosas se den. Mientras qué queda: el trago, la lluvia y los cigarros, la poca comida, las letras. Las letras nunca se marchan y tú la quieres cubrir a ella de letras. La ventaja es que tu locura te consuela, sabes que ella será, que estará aquí, que vendrá, que, quizá para ese momento, ya estés en el abismo como tiene que ser. El abismo y la soledad ya no son feos, han cobrado cierta belleza, cierto agrado. Te hacen compañía cuando apagas la luz en tu cuarto y te dispones a dormir, y la sueñas, y entonces por fin tienes besos, y entonces, por fin, tienes su piel suave, y sus comentarios graciosos, y tienes su risa, y su risa ilumina todo y hasta el abismo deja de estar tan oscuro, porque te ilumina mientras van cayendo... No te enamores de mí, sálvate y no te desperdicies porque yo estoy muy rota y te voy a hacer daño. Pues bueno, rompámosnos, así será más grande la victoria ante el abismo, aun en la incertidumbre ella está contigo, porque siempre has sido así, cuando esa persona no está tú la tienes contigo, a palabras a letras, a pequeños textos como este, porque cuando está a tu lado, tú sabes que la tienes y entonces sólo queda estar, estar a manos y a piel, estar a oídos y a bocas, estar a salivas y a abrazos, no a escrituras, no a poemas, no a letritas; y así siempre está; y sabes que ahora ella está contigo, está a tu lado mientras escribes, está en el suspiro y en la memoria y en la imaginación, pero está, te acompaña en el camino a la condena. Pongámoslo así:


Y ahí estaban, abriéndose ante mí, las puertas del infierno. Conducido ante él, por los ojos bonitos de un ángel. Recordé el famoso: "abandonad toda esperanza". Me serví otro trago y me dejé abrazar por los gritos de los otros que, antes que yo, habían llegado para corear mi llegada. Me pregunto si en verdad había terminado de abandonar las esperanzas; pero la duda y el pequeño temor que me palpitaba en las manos, me hacían creer que no era así. Sin embargo no había marcha atrás. El barquero había recibido sus dos monedas y se había marchado sobre las aguas del Aqueronte, como si volara sobre ellas, en su barca de plata que era incapaz de hundirse. Me dijo: me llamo Caronte; y me prometió que al final de mi viaje se encontraba el Leteo como promesa del descanso eterno; y yo sólo quería descansar.



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