martes, 3 de junio de 2014

Por ahí... un poema


No hay consciencia social
para un poeta al que no le queda
     ni un pedazo de sí mismo
       al que asirse
que vive en una orfandad
humana
     donde sólo hay maestros
y Borges, y Baudelaires, y doctores
     honoris causa              Nobels y Cervantes
que le dictan para escribir
   legiones de reglas
      tablillas que pesan
         en el alma
       los dedos 
        y hasta la tinta
No hay consciencia social
en un poeta
       que recurre a las musas
de ubres secas
                violadas
     por Hemingway y Bukowski
y se compra dos cervezas
que acompañen la noche
para platicar consigo mismo
y con todos
    fragmentos de un mundo
que cada vez está más roto
cada vez más fragmentos
espejos que lo devoran
y le vomitan
      sonrientes
imágenes rotas
     una tras otra en un dédalo quebrado
que no deja de vomitarle
su no pertenencia
su estado ajeno
    a un mundo
      de gatos
de inmediatez completa
que satura una soledad
acrecentada
      en más espejos
de letras
    de otros

que no paran de gritar:
Estás solo
¡Estás solo!
¡Estás putamente solo!
Y roto
y solo
y cada vez más roto
y cada vez más solo

No hay comentarios: