miércoles, 25 de junio de 2014

Diálogos internos destructivos

--Busca a alguien y pide ayuda.
--¿Para qué?
--Porque o puedes seguir así.
--Pero nunca hay nadie.
--Siempre hay alguien dispuesto a ayudarte.
--Nunca hay nadie. Por eso estoy hablando contigo.
--No mames, qué pinche necedad la tuya de sentirte solo.
--¿Necedad? No mames, como si a alguien le gustara realmente estar solo.
--A ti parece que te gusta.
--Me caga, pero qué más podemos hacer. Siempre estamos solos. Siempre estamos ahí para los demás cuando nos necesitan.
--¿Y por qué no dejas a los demás estar ahí cuando los necesitas?
--Porque no, porque no vale la pena decirles nada a los otros. Porque de qué serviría decirles algo.
--Para sentirte menos mal.
--A nadie le interesa.
--No empieces a regodearte en tu mierda.
--Me da igual, no sé siquiera si me estoy regodeando. Lo único que quiero es estar solo.
--¿Y por eso me hablaste?
--Sí, porque estar contigo es estar solo, estar platicando contigo es ponerme a platicar conmigo y seguirlo confirmando.
--Vales verga. Qué complicado eres.
--No lo soy, sólo estoy harto y aburrido, cansado.
--Tu primo tenía razón, por lo menos te la hubieras cogido.
--No mames, es mi amiga, o era, y tiene novio. Ya no somos los mismo de antes.
--¿Cuándo te ha servido hacer lo correcto? Tienes una novela ahí donde cuentas cómo hiciste lo correcto y todo valió verga. Hacer lo correcto nunca ha servido de nada; nadie lo valora, nadie pone importancia en esas acciones; y ahora perdiste una amiga de a gratis. Por lo menos te la hubieras chingado.
--Nunca nos ha interesado coger por coger, siempre hemos preferido ser honestos.
--Y la honestidad siempre nos ha llevado a estos malos ratos.
--Da igual, ¿no?
--¿Y las cartas suicidas?
--Bah, sabemos que si no nos matamos con lo otro, menos con esto. El pedo está en que duele.
--Siempre dolerá.
--Y siempre seguirá doliendo. Y quizá, algún día el dolor sea lo suficientemente fuerte. Más que nosotros, y entonces, tal vez entonces lo haremos. Mientras sólo nos queda seguir escribiendo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que no, no es tu honestidad es el como eres franco e hiriente.
Sí soy yo y esto es para pedirte que no mandes más correos.
Que no hiciste lo correcto, ahora resulta que tú eres el mártir, por favor...
Bueno sinceramente al principio me sentía como la peor persona en el mundo por haberte hecho eso, por haberte dicho tal...
Finalmente cuando todo termino, tú sabías la respuesta de lo que me mantendría contigo. Pero ya era demasiado tarde.
Cuantas noches dormí sola y en la misma casa, por que te quedabas chateando, el perfil falso que invente fue para sentir que me escuchabas, que me veías, que me tomabas en cuenta y que sentías emoción por hablar conmigo (aunque no era realmente yo)
Siempre estuve ahí, para ti y por ti, deje todo.
Sí, te lo reproche mucho tiempo, pero no lo dejé de dar.
Pero tú seguías coqueteando con otras y alimentando tu ego.
Sí estoy enojada, porque pienso en todas las lagrimas que te dí y cuantas veces soñé con leer todo lo que me has escrito, cuando aún te amaba...
Es muy triste e irritante.
Pero es verdad la frase, nadie ve lo que tiene hasta que lo pierde...
Pero bueno, que triste que te tires al traste, por que según tú eres maravilloso y vales en oro.
Pues así no lo demuestras.
Hace tanto que quería sacar esta poca mierda que me quedó, porque he aprendido que no puedo vivir con rencores, mejor soy agradecida por tener lo que tengo y que gracias a lo que he vivido, soy lo que soy.
A pesar de todo Gracias, porque en algunos momentos la pasé muy bien, me divertí, salí y aprendí que es lo que no quiero en una relación formal.
Espero que te levantes y sigas, algún día encontrarás a esa chica que te quiera tal cual eres y soporte tu franqueza.
Si quieres contestar, que sea por aquí...
Ciao