Hoy maté un pez
lo clavé a un palo afilado
después maté un cocodrilo
mientras un niño corría
lo maté a palazos
arrancándole pedazos de cuello
con cada golpe que el cocodrilo
me dejaba darle
y cada golpe le quitaba
pedazos de madera
alrededor de su cuello
hasta que no le quedó
más que un tubo
inmune a los embates
que me revelaba
por qué me dejaba
pegarle
lo golpeé incluso con metal
pero no hacía nada
no lograba nada
y entonces vi que el tubo
tenía cuerda
y entonces vi que la cabeza
se enroscaba
y entonces lo tomé de la cabeza
de su cabellera china
mientras alguien más
le hacía girar el cuerpo
y entonces me agarró de las manos
desesperado
mientras lo separábamos en dos
entre dos
y yo me daba cuenta
de que no era bestia
sino niño
y la cabeza se le hacía ligera
y el borboteo de sangre
golpeando sonoro el piso
y la desesperación
y la culpa
el llanto
y la condena
lo clavé a un palo afilado
después maté un cocodrilo
mientras un niño corría
lo maté a palazos
arrancándole pedazos de cuello
con cada golpe que el cocodrilo
me dejaba darle
y cada golpe le quitaba
pedazos de madera
alrededor de su cuello
hasta que no le quedó
más que un tubo
inmune a los embates
que me revelaba
por qué me dejaba
pegarle
lo golpeé incluso con metal
pero no hacía nada
no lograba nada
y entonces vi que el tubo
tenía cuerda
y entonces vi que la cabeza
se enroscaba
y entonces lo tomé de la cabeza
de su cabellera china
mientras alguien más
le hacía girar el cuerpo
y entonces me agarró de las manos
desesperado
mientras lo separábamos en dos
entre dos
y yo me daba cuenta
de que no era bestia
sino niño
y la cabeza se le hacía ligera
y el borboteo de sangre
golpeando sonoro el piso
y la desesperación
y la culpa
el llanto
y la condena
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