sábado, 21 de junio de 2014

Not yet

Ojalá no me hubiera dicho nada. O, mejor aún, me hubiera dicho que sencillamente no le gustaba, que estaba muy feo, muy gordo, muy flaco, muy alto, muy clavo, muy pendejo, cualquier cosa diferente... Pero no, me tuvo que decir que ella sólo se enamora de gente rota y que yo no estaba tan roto como yo mismo creía. Ojalá no me hubiera dicho que ella vivía en el abismo, tratando, como yo, rescatar almas descarriadas. Qué mierda. Si no lo hubiera dicho, no habría entrado en mi cabeza la idea de irme cada vez más abajo. Porque de algo estoy seguro: cuando estuvo entre mis brazos, cuando me susurraba preguntas sobre por qué la había elegido a ella, cuando me susurraba que no me enamorara, a mí me parecía una invitación, un: pase usted joven, desmádrese hasta que no pueda más porque yo lo salvaré; y entonces no habría empezado a idear (iconscientemente) un plan para darme bonito en la madre para "dejarla que me salve", pues, la verdad, yo también quisiera salvarla a ella. Quisiera dejarle en claro que la vida es bonita por muchas cosas mierda que pasen, y hacerle ver que toda esa sarta de cursilerías, son cursis porque estadísticamente tienden a ser tan reales como las cosas jodidas. Pero no, no fue así, mientras más me decía que no me enamorara de ella, más se me metía en la cabeza, más sentía que me pedía lo contrario. Me lo dijo tanto como si fuera una letanía y, entonces, yo terminé rezando:

-- No te enamores de mí.
--Ya es tarde.
--No te enamores de mí.
--Ya es demasiado tarde.
--No te enamores de mí.
--Yo ya estaba enamorado.
--No te enamores de mí.

Y recordé que en verdad, ya me había enamorado de ella, me había enamorado mucho tiempo atrás, me había enamorado cuando la vi hace años por primera vez, pero la ignoré y el tiempo nos hizo olvidarnos un poco, me enamoré cuando hace menos de un años se metió en una charla, me enamoré cuando nos dieron un aventón a toda la bolita en el carro y yo venía estorbando el retrovisor, y me dijo que me recargara en su hombro, y me entró hasta por la nariz. Y después me volví a olvidar de que ya estaba enamorado, la consideré mi amiga y así la quería, y así la habría seguido queriendo si no me hubiera dicho y re-dicho que no me enamorara... si no me hubiera dicho que nos conocíamos de otra vida, si no me hubiera dicho que a mí me gustaba desde entonces en esa otra vida, si no me hubiera dicho "aún no estás listo", y yo no hubiera leído entre líneas: estaremos juntos pero todavía no. Not yet, my darling. Not yet, mon chérie.

No hay comentarios: